Por: Gerald Louis Dávila Sisniegas
Nuestra imaginación es basta y variada, podemos alcanzar nuevos mundos, explorar nuevas áreas de nuestro planeta. Y ahora lo puedes hacer en un solo lugar, el Museo o Parque la imaginación, es un lugar donde tú podrás crear, explorar, pensar y divertirte, Nuestros alumnos de 1º y 2º de secundaria ingresaron a un mundo creativo, ingenioso y aprendieron jugando. Leamos algunas de sus experiencias con lo inimaginable.
Cómo puedo crear electricidad con solo pedalear una bicicleta, nunca imagine que yo podía crear electricidad, el experimento no sólo me demostró que puedo crear energía, sino también que la electricidad puede pasar de una persona a otra.
El experimento consta de una bicicleta estacionaria conectada a una silla plateada con varios focos en su contorno. Mientras un niño se sienta a pedalear, otros dos toman con una mano un extremo de la silla y luego sujetan de las manos a otros alumnos formando un círculo. Al estar tomados de las manos, experimentamos un choque eléctrico de entre 8 y 10 voltios. La energía mecánica, generada por el pedaleo, se transforma en energía eléctrica que pasa por los cables y por las personas tomadas de las manos, y esta es la energía luminosa que encienden los focos.
Todos mis amigos se asombraron al ver que tomados de las manos nos pasaba electricidad.
En la sala de ciencias vimos por microscopios las células vegetales, los glóbulos rojos, las hormigas, el polen de una flor.
Otro experimento que me gusto fue una silla que sujeta al piso, te sientas con dos pesas en las manos (pequeñas), al acercarlas te permiten girar de manera lenta o veloz.
¿Cómo?
Al girar con los brazos abiertos y las piernas estiradas vas más lento, pero al cruzar los brazos y juntar las piernas vas más rápido porque tu fuerza no lo detiene.
Todos nos divertimos en esa visita de estudio. Después como para descansar los profesores nos llevaron al Parque de la muralla, ahí almorzamos, jugamos y conocimos más de la historia de nuestra ciudad.